Es el momento de empezar a embotellar los primeros vinos de la cosecha, Vinos jóvenes blancos, rosados y tintos. Llenos de fruta.
El vino es uno de los pocos productos en los que parte importante del valor añadido proviene de su capacidad de evolución con el tiempo, es muy importante conocer y dominar esta evolución hasta llegar al consumidor.
Las bodegas conocen bien los procesos de estabilidad. Pero se ha trabajado poco sobre la tendencia a la oxidación de los vinos en botella. En una producción de calidad es importante dominar perfectamente las distintas etapas de producción: estabilización, embotellado y evolución en botella. Para ello hay que definir la estrategia, frente a la reducción más oportuna que permita llevar el vino a su momento de consumo.
Quién estabiliza los vinos
La capacidad de consumo de oxígeno depende del tipo de vino, antioxidantes naturales y exógenos, las características de su estructura fenólica y la temperatura.
Los vinos con taninos verdes pueden presentar una tendencia reductora tras el embotellado. En el mejor de los casos estos vinos pasarán un periodo de cierre aromático que puede ir desde unos meses hasta varios años, durante el frescor y la fruta será utópica. En el peor de los casos, esconderán para siempre la calidad del vino constituyendo un defecto suficientemente importante.
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